" El Carmen de Sierra": Una de las primeras estancias argentinas y los secretos que el silencio guarda dentro del pago de los Arrecifes



Cuenta la historia que la Estancia “El Carmen de Sierra” fue una de las primeras estancias de la provincia de la Provincia de Buenos Aires, data del año (1769), se encuentra ubicada a 188 kilómetros de Buenos Aires y en el antiguo camino del Norte.





Esta es la crónica de la verdadera historia de la familia Sierra Merlo y sus vivencias en el pago de los Arrecifes, narrada por sus descendientes directos.

....Alguno de estos relatos están descritos en los libros de historia argentina...otros, solo documentados por la propia familia...


Celia Merlo, última propietaria de la familia Sierra Merlo, quien luchó por convertir el casco en Patrimonio histórico nacional, nos relató muchos de los sucesos que los libros no cuentan, vivencias familiares, atesorados documentos históricos, políticos y sociales de una familia que data del siglo XVIII.




Don Francisco Sierra compró las tierras que hoy conforman Arrecifes, (unas 34,000 ha), y mandó a construir el casco actual, con un mirador y un paredón de rejas para defenderse de la barbarie del malón, (1769), que buscaba saquear las propiedades que los españoles ganaban en lo que hoy es la provincia de Buenos Aires.




En el año 1785, a Don Francisco Sierra le es otorgado por las autoridades eclesiásticas permiso para construir un oratorio público en la estancia y mantener un Capellán a sus expensas. Desde Potosí se hace traer una imagen de la Virgen del Carmen (C. 1550) la cual todavía se conserva junto con su vestido original y su camarín de viaje. Así mismo, se encuentran entre otros objetos de culto una cruz hecha por indios conversos y casullas vestiduras sacerdotales de los siglos XVIII y XIX.







Aquí se hospedaron los más encumbrados personajes de nuestra historia argentina. Uno de ellos fue el virrey Pedro de Melo, y un poco urgido, el virrey Rafael, marqués de Sobremonte, imprevistamente necesitado de poner distancia con la invadida Buenos Aires. Lavalle también fue huésped del lugar, en plena época de luchas entre unitarios y federales. Así como también reposaron fugazmente los presidentes Bartolomé Mitre y Roque Sáenz Peña, el jurisconsulto Dalmacio Vélez Sarsfield y, más contemporáneamente, el general Pedro Eugenio Aramburu.






La triste historia familiar de los Sierra Merlo, cuenta que el General Lavalle se ocultó en esta estancia huyendo de la persecusión de Rosas. La familia Sierra pertenecía a los entonces "Unitarios" y entre mitos y leyendas, muchos vacíos en la historia dejaron sospechas de que parte de los tesoros del General Lavalle, no encontrados hasta nuestros días se escondieron en los túneles que tantos secretos ocultan bajo este histórico edificio. Lavalle logró escapar de la estancia, pero desafortunadamente el hecho desencadenó una secuencia de susesos marcados con sangre que llegan hasta nuestros días.






Don Diego Sierra, (hijo de Francisco), fué degollado (1844) por mazorqueros bajo las órdenes de Rosas, sangre en tierra en el patio de su propia estancia, frente a su familia por haber ocultado al General Lavalle. Su familia fue desterrada del lugar, que quedó ocupado por los soldados de Rosas durante casi una década; pero aquellos soldados nunca supieron de los túneles que fueron construidos para esconderse del malón y tenían varias salidas de escape y que para su llegada habían sido selladas. Dentro de éstos quedó escondida, entre muchos valores personales de la familia la estatua de la Virgen, que data del año 1550 y aún se conserva.





En 1852, derrocada la tiranía, se restituye el campo a los descendientes del propietario: Doña Maria del Socorro Sierra de Merlo y Don Diego Merlo y Sierra.





Desde aquella desafortunada muerte de Don Diego, la familia recuperó las tierras y sus objetos personales, pero la sangre que marcó aquellas tierras demandó a todos su herederos. Durante seis generaciones un heredero directo murió en la estancia, sangre en tierra. La primera en la lista fue una nieta de Don Diego,(hija de Doña Maria del Socorro Sierra de Merlo), que jugando con su hermana melliza en la puerta de uno de los viejos túneles, queda aplastada en un derrumbe de los mismos.






De la hermana sobreviviente  casi 20 años más tarde, muere uno de sus hijos, quien recibiera un tiro accidental en una cacería familiar en los campos de la estancia. Misma secuencia se repite una generación más tarde con quien sería sobrino del anterior fallecido y tío de la penúltima heredera Celia Merlo, quien vendió la estancia tiempo después de que su único hijo muriese en un accidente automovilístico (año 2006) saliendo de dicha estancia después de haber pasado un fin de semana familiar.





Escuela edificada por la familia Sierra Merlo dentro del casco principal


Recientemente, luego de algunas restauraciones, el casco histórico fue reabierto al turismo recibiendo contingentes que iniciaron sus visitas con la celebración de una misa dedicada a La Virgen del Carmen, única testigo de todos los secretos que guardados en el silencio, aquel campo alberga.








Hasta el próximo artículo😉

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